viernes, 16 de noviembre de 2012

Conclusión de Tobon


El hecho de evaluar las competencias supera los instrumentos que usamos en forma común, como dice Tobón en su texto va más allá: considera el ritmo de aprendizaje de los alumnos, investiga sobre sus estrategias de aprendizaje, toma en cuenta la cultura de los jóvenes y, con base a esto, busca escenarios, ambientes y actividades para que los alumnos se formen en competencias a partir de la construcción de un proyecto ético de vida.
La evaluación de competencias debe ser una experiencia significativa de aprendizaje y formación, basada en la determinación de los logros y aspectos a mejorar en un individuo respecto a una competencia. Esto debe incluir el análisis, comprensión y resolución de problemas del contexto profesional, social, disciplinar e investigativo, considerando el saber ser, saber conocer, saber hacer y saber convivir.
Cuando se concibe la evaluación de competencias como experiencia formativa y de aprendizaje, pasa de ser una valoración de las competencias mismas. Consiste principalmente en buscar que cada estudiante busque y perciba con claridad cómo va en su formación profesional y como va como persona integra, y que partir de esto se le apoye con sugerencias, apoyo, tutorías, consejos y espacios de reflexión para ir avanzando cada vez más en la adquisición de sus competencias básica, genéricas y específicas.
La evaluación de competencias busca que sea una experiencia auténtica de aprendizaje y formación integral. Tobón sugiere que tenga como mínimo las siguientes características: Que exista la posibilidad que los estudiantes participen en la planeación de sus procesos de evaluación con sus reflexiones y sugerencias al revisar los criterios de su evaluación y sus evidencias. Analizar su pertinencia a los procesos de la evaluación dar sugerencias de como mejorarlos. Solicitar que ellos sugieran cómo llevar a cabo las evidencias de su aprendizaje y los instrumentos para que la evaluación sea pertinente y significativa. Orientar a los estudiantes para que reflexionen a partir de las experiencias de evaluación realizadas, buscando que detecten áreas en las cuales debe mejorar y luego buscar acciones efectivas para el cambio.
El fin de esencial de la evaluación de las competencias es que aprendan a desempeñarse con un compromiso ético ante los problemas del contexto actual y del futuro, en un aprendizaje continuo que aseguren el emprendimiento y la empleabilidad. La evaluación no tiene razón de ser si no contribuye a la mejora de lo evaluado.
Debemos comprender que la evaluación de competencias implica un mayor esfuerzo, dedicación y compromiso y juega un papel esencial en la formación de ciudadanos que serán los futuros profesionales e investigadores.

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